¡Bienvenidos y bienvenidas al blog!
Este blog se trata de un proyecto universitario
con el que pretendo continuar una vez acabado, y en él quería hablar de mi
pasión: la literatura. En especial se centrará en la literatura juvenil por
varias razones. La primera de ellas es el hecho de que es el género que más leo
y el que más disfruto, y la segunda porque considero que de esta forma,
fomentando la literatura juvenil, rompemos con una tendencia de pensamiento que
considera a la literatura juvenil como algo menos importante o de menos calidad
que otro tipo de literatura. Esta es la reflexión que quiero plantear en esta
primera publicación en mi blog y hacer de ella un pequeño debate en la
comunidad lectora de la blogosfera.
Ni una ni dos veces he escuchado a gente decirme
“esos libros sobre vampiros/hombres lobo/hadas/cualquier-cosa-fantástica no te
van a aportar nada” o “deja de leer esos libros y empieza a leer literatura de
verdad”. Y es que la discriminación que
sufre el género está clara. Se entiende como un género transitorio, el paso que
hay que tomar para adentrarse a la literatura real, porque los autores buenos se
encuentran clasificados junto a la literatura de Jane Austen, Oscar Wilde o
Cervantes y, según las personas que piensan de esta manera, los libros buenos
solo se encuentran en esos estantes de la librería, olvídate de los géneros
juveniles, no sirven para nada.
Pero, gente del mundo, yo no quiero dejar de leer
literatura juvenil. Tengo dieciocho años y me apasiona meterme en mundos fantásticos,
donde existen los unicornios y los centauros. Me divierto, me entretengo,
disfruto con ello. En los últimos años el género juvenil ha crecido y mejorado
muchísimo (y de esto hablaré en otra entrada porque me parece de especial
relevancia) y, hoy en día, hay libros juveniles infinitamente mejor construidos
y que le dan mil vueltas a cualquier libro de otra categoría.
Así que, ¿qué pasa con la gente que, como yo,
disfruta leyendo literatura juvenil? ¿Quiere eso decir que mi criterio es peor
que aquel que lee poesía? Mucha gente lo cree así, porque parece ser que solo es un paso que hay
que dar para llegar a la literatura real. Y si bien es cierto que muchos
jóvenes empezamos por aquí y más tarde nos abrimos a más géneros, el hecho de
que alguien lea literatura juvenil no quiere decir que esa persona tenga un
criterio peor.
La literatura juvenil es entendida por mucha gente
como algo de baja calidad, con personajes planos e historias poco desarrolladas
y de poco interés. Pero este tipo de
libros se encuentran en todo tipo de clasificaciones, siempre habrá libros que
a determinadas personas le parecerán así, pero no hace falta buscar mucho para
ver que de la literatura juvenil han salido verdaderas joyas literarias, como
Harry Potter o Los Juegos del Hambre (por hablar de dos que son muy conocidos,
sé que hay muchísimos más). Ambas sagas fueron clasificadas como literatura
juvenil y, en el caso de Harry Potter, como literatura infantil. Y si algo está
claro entonces es que en estos géneros no todo es malo, como así se cree, no
todo son historias sin transcendencia. Esto último por supuesto que se da, pero
tanto en el género juvenil como en la novela negra. Todo es cuestión de gustos
y, al fin y al cabo, ¿quién es quién para determinar si algo es mejor o peor?
La fama de la literatura juvenil está clara pero
es aquí donde reside nuestra labor como lectores. Debemos fomentar la
literatura juvenil, aprovechar internet para dar a conocer libros de muy buena
calidad que están clasificados como juveniles y que por ello se les presta
menor atención. Por eso yo, como lectora ávida de literatura juvenil, la
defiendo, la fomento y quiero dar a conocer a través de este blog libros que, a
mi parecer, rompen con la idea que tiene el mundo de literatura juvenil.
Finalmente, ¿qué pensáis vosotros y vosotras? ¿Estáis de acuerdo con este pensamiento? ¿Qué libros creéis que rompen con esta idea que existe sobre la literatura juvenil?
¡Espero vuestros comentarios y participación!