Sueños de piedra, Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... Y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...  

Editorial: Nocturna Ediciones | Páginas: 573 | ISBN: 978-84-9433-547-1

Opinión personal

Antes de empezar esta reseña debo decir que normalmente me cuestan un poco los libros de fantasía, siempre acabo leyendo libros juveniles con toques fantásticos pero, al final, los libros sobre nuevos mundos y con todo tipo de criaturas, es muy difícil que me enganchen. Pero me decidí a leer Sueños de piedra porque quería darle una oportunidad ya que en Twitter sigo a mucha gente que habla muy bien de él. No me puedo alegrar más de haberlo hecho.

Sueños de Piedra es un libro juvenil y autoconclusivo que da muchísimo que hablar. Sucede en la Edad Media así que nos encontramos con un príncipe, Arthmael; un mago, Hazan; y, finalmente, con algo que rompe con todos los tópicos del género, una protagonista que sufrió un pasado como prostituta, Lynne.

Está narrado desde dos puntos de vista, el de Arthmael y el de Lynne. Cada uno de ellos inicia su aventura por unas razones que, aunque son totalmente diferentes, harán que sus caminos se crucen. Él, para demostrar a su padre su valía como heredero del reino de Silfos, perteneciente a Marabilia, y ella, para huir del burdel donde se encontraba y donde mató al hombre que abusaba de ella, y así poder empezar la vida con la que siempre ha soñado.

De esta forma, estos personajes tan diferentes se encuentran en el camino hacia sus sueños junto con otro personaje más, uno que te llega al corazón con su ternura, Hazan, el pequeño mago (un personaje que, por cierto, tendrá un mayor protagonismo en el spin-off que sacarán las autoras en septiembre de este año). Y así, con estos tres personajes, empieza la acción.

Para mi, indudablemente, lo que ha hecho que este libro no fuera como los demás han sido los personajes. Están perfectamente construidos y, como lector, puedes ver la evolución tanto de Arthmael como de Lynne a lo largo de la historia.

Por un lado, está Lynne, un personaje de los más feministas que he leído hasta ahora. Una mujer que ha sufrido innumerables humillaciones y traumas y aún así ella lucha contra viento y marea por acabar con todo lo que la oprime. Es un personaje feminista a más no poder, a través de ella se critica el machismo, algo que no es solo de otra época sino algo muy vigente todavía. Se mantiene siempre fiel a sus principios y podría seguir hablando de ella muchísimo más en relación, por ejemplo, al romance del libro, pero no quiero hacer spoiler a nadie así que, ya sabéis. Sueños de piedra es casi lectura obligatoria para cualquier feminista.

Por otro lado, Arthmael, un personaje con una evolución muy evidente. Primeramente nos encontramos con un hombre claramente machista, que ve a las mujeres prácticamente como un juguete sexual pero que, a medida que avanzamos en la historia, deja de ser el príncipe caprichoso e infantil que era para convertirse en alguien mucho mejor y dejar atrás ese machismo que le rodea.

Finalmente decir que Sueños de Piedra me parece un referente juvenil, las autoras tratan temas muy poco comunes en este tipo de literatura (como la prostitución y las víctimas de violaciones) y hacen una continua crítica social a través de este mundo tan bien construido que nos presentan. Además es una historia que trata realmente el romance como debe ser tratado, como un amor sano, alejado de ese amor posesivo al que tanto se recurre en el género juvenil. 

Una lectura con unos personajes complejos y con mucho trasfondo, y que transmite unos valores de lucha y perseverancia por conseguir tus sueños, enfrentándote a cualquier obstáculo que se te presente. En definitiva, ¡súper recomendable!